miércoles, diciembre 06, 2006

¿Qué Cojones pasa en México?

Por: prangano

Son tiempos en que la política mexicana huele a podrido, en que lo más importante es saber que idiota es el que nos va a gobernar, lo que parece indicar que será el Sr. Fecal, este querido personaje es un adefesio del PAN, partido político que solo busca su continuidad en el poder –igualito que el PRI en su momento-, pero por allá se divisa otro personaje igual de “querido y adorado” por las masas amorfas, Andrés Manuel López Obrador el candidato a la presidencia por el partido que según las malas lenguas, es de izquierda.

Los tiempos electorales, quedaron atrás, y el derrumbe de la creencia (y decencia) de las instituciones encargadas de “regir” este “teatrito” son la prueba fehaciente de que sus procesos para elegir al siguiente “elegido”, interesan tan solo a un bajo número de ciudadanos, que pese a todo lo aberrante y sucio de los gobiernos y sus “acciones”, creen en que ese es el medio para encontrar la democracia.

Habemos otr@s que pensamos diferente.

También podemos observar como existe una problemática social en el Estado de Oaxaca donde el movimiento magisterial esta siendo rebasado por la gente, que en su asamblea popular APPO, están dándole renovadas fuerzas a su lucha.

Este movimiento principalmente oaxaqueño, es una nueva muestra de la organización popular, que pese a sus malos manejos estratégicos, es tan valioso como cualquier otro.

En fechas recientes, brutalmente agredido por el recién entrante gobierno “del empleo” demostrando abiertamente el tono a usar en su sexenio, pues pese a lo que digan los que saben de política, Calderón nos va (si nos dejamos) a llevar a las entrañas mismas de la más reacia represión a todo aquello que suene y huela a subversión, dentro de la historia contemporánea de este país.

También hay que ver que la gente que cayó presa en los hechos de Atenco, sigue en un número considerable presa en el penal de Santiaguito. Tomando en cuenta que los que salieron “libres” tienen cargando en su espalda un proceso de supuesta justicia penal.

El tema de los pres@s politic@s en México, no es reciente, sin embargo los movimientos actuales giran mucho alrededor de esto, ya que desde la entrada del neoliberalismo, la respuesta de los gobiernos y sus “allegados íntimos”, es la bestialidad, como medida de defensa, porque en el fondo de su corroído y corrupto entendimiento, son unos cobardes, los cuales necesitan de cientos de policías, militares y armas de alto calibre, para ocultar de “tejes y manejes”. Su cobardía es su debilidad.

Mientras tanto la Otra Campaña anda de patas pa’ arriba pues en realidad seguimos tan desarticulados, poco organizados y para colmo “odiando” nuestros métodos que en realidad siguen pareciendo tan obsoletos contra las medidas que implementa el gobierno, que nos vemos rebasados y con dos que tres vueltas de ventaja.

Tenemos que recordar que los sucesos en Pasta de Conchos, Coahuila; Sicartsa, en Michoacán siguen sin solución y tal vez sigan así por un buen tiempo.

Lo que en verdad preocupa no es tanto que existan los problemas, pues estos siempre estarán, si no que la gente ande buscando con quien estar porque le conviene, es decir: un día son perredosos empedernidos dispuestos a dar todo por el partido, pero no hacen nada contra el fraude, o gente que en su momento era “zapatista” ahora vea con malos ojos la Otra Campaña y las críticas a Obrador, o gente que busca ser muy “coherente” y a la mera hora tan solo busca su hueso, o lo que es peor gente que estuvo en un movimiento social y ahora cambian de bandera como de calzones.

También es preocupante la apatía en la mayoría de la gente, pues mucha de esta al ya poseer cierto status, no se preocupa por los demás, y muchas veces ni por su gente mas cercana.

Esta situación social del país, nos deja ver que los caminos que se han venido tomando para darle fuerza a los movimientos populares, son muy abstractos, muy ambiguos y en su mayoría poco viables. Ya que la desunión esta presente en casi todos, el odio enraizado desde tiempos pretéritos, son la base de las izquierdas que hay, pues es lo que nos guía y lo que nos mueve. Los movimientos sociales siguen siendo coptados y manipulados por los protagonismos chaqueteros, por el charrismo sindicalista, por las supuestas “vanguardias” que en un alto porcentaje, son los que dirigen los movimientos. Con estas características es muy difícil lograr cambios verdaderos, de base, de abajo, que representen al pueblo. Con esto solo se le hace el jueguito estúpido al gobierno y a sus grandes intereses trasnacionales.

Es así como en México el sistema político de la democracia, lo único que ha logrado es que el que gobierne sea “alguien” de un partido político distinto al PRI, nuestro gran hacedor de un “todo”, que es este miserable México, sin embargo, al estar alguien de otro partido (PAN), no quiere decir cambio, si no que más bien ha venido dándole continuidad al Neoliberalismo, algo tan confuso para la gente “común y corriente” como uno, que al tratar de entenderlo, se nos iría la vida misma, pues es muy inhumano creer que el “humano” haya pensado y creado “esto”, para hacerse más visible ante la naturaleza, resaltar sus peores dotes, para explotarse y asesinarse a sí mismo si es necesario. El Neoliberalismo es la destrucción de todo por el humano, y eso no puede ser algo sensato y correcto. Hablando estrictamente en el sentido de lo que significa la palabra existir.

Ahora bien, desde el umbral del subterráneo, podemos darnos cuenta de que no todo esta perdido, ya que nuestro pueblo (para bien o para mal) esta acostumbrado a resistir, a soportar ciertas “cosas” que a cualquiera otro, muy bien podría tumbarlo, pero acá en este México ecléctico, el resistir es el pan nuestro de cada día, así es nuestra herencia indígena, nuestro pasado digno, sin embargo, ahora bajo las carencias, bajo la desesperación, bajo esta “nueva enfermedad” de nombre stress, es muy complicado tan solo resistir, tan solo aguantar, apechugar el dolor cotidiano, y más viendo como las nuevas generaciones se desviven por vivir y se matan a cada segundo por un mendrugo de pan. Hoy el cambio verdadero no esta tan solo en seguir resistiendo, ¡no!, eso fue el inicio de nuestro despertar, ahora la “nueva raza” debe ir más allá, el siguiente paso hay que darlo.

Paras concluir esto que lleva por nombre: “¿Qué Cojones pasa en México?”, solo me atrevo a decir que nuestro querido país va a seguir siendo sepultado en esta gran maraña de nombre Neoliberalismo que al ser la parte deshumanizada del capitalismo más salvaje, es muy fácil que continuemos en sus garras; pero hay un nuevo despertar que para bien puede darnos cierta valía en lo que podemos hacer.

El despertar en una organización bien coordinada, es el siguiente paso a dar, pues la resistencia nos ha enseñado a ya no seguir soportando los golpes que nos da este sistema encabezado por sus gobiernos y “medios que lo acompañan” y solapan. Ahora nos toca el derecho de la libertad, que cobijada con organización puede darle ese puntapié al capitalismo.

Es necesaria cierta conciencia para entender de una mejor manera lo que podemos dar y hacer. La Otra Campaña esta de regreso, pues ya se ha hecho el recorrido por estos “35 estados” o sitios que posee el país, incluyendo la Comarca Lagunera, La Huasteca y los mexicanos que están del Otro Lado. Teniendo ya un balance y una reflexión amplia de esto, podemos desmenuzar mejor las características políticas y sociales que hay que darle a este siguiente paso en el proceso de la Otra.

No se bien si “todo y tod@s” tengan cabida en la Otra, es más factible que ciertos sujetos encuentren medio renuente buscar alianzas y coincidencias para la unión, sin embargo es una propuesta más que existe en este abanico de posibilidades alternativas para la lucha. Si bien nada es perfecto y quizás la Otra no sea la “solución” a las exigencias de la gente, sin lugar a dudas es la propuesta más concreta y bien elaborada en la que sí, hay posibilidades de un resurgimiento de todos est@s que estamos, abajo y a la izquierda.

Una última reflexión: ¿Qué cojones pasa en México? Es sencilla la respuesta, estamos cansados y hartos, pero más aún queremos cambios verdaderos, en los que tengamos participación directa. Ya no vamos a resistir y mucho menos a soportar, ahora iremos un paso adelante con el México que queremos construir.

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