viernes, enero 05, 2007

La oscura fortuna de Luis Echeverría

Por: agustín olais

Cuernavaca, Mor., 2 de enero (apro).- Pese a que en los tribunales federales
Luis Echeverría Álvarez pierde terreno, en particular en el juicio que
encara por genocidio derivado de la represión al movimiento estudiantil de
1968, la prosperidad le sonríe al expresidente en la contabilidad de sus
empresas inmobiliarias.

Cabe señalar que a casi un mes de que un magistrado ordenara se le iniciara
un juicio por genocidio, el exmandatario permitió este fin de semana el
ingreso de las cámaras de Noticieros Televisa a su domicilio en San Jerónimo
Lídice.

Sin embargo, Echeverría rechazó hacer algún comentario sobre el proceso
penal que enfrenta por su presunta responsabilidad en la matanza del 2 de
octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

También eludió hablar sobre la cancelación del examen criminológico y de la
toma de la ficha de identificació n que el juez ordenó se le practicaran.

Sostenido por dos de sus ayudantes, Echeverría Alvarez autorizó se le
grabara en el patio de su residencia.

Y aún se espera que en los próximos días el juez 15 de distrito del
Reclusorio Sur, Ranulfo Castillo, fije nueva fecha para que al exmandatario
se le practique el examen criminológico y se le fiche, trámites que fueron
pospuestos el 8 y 11 de diciembre, a solicitud de los abogados del
expresidente, que pretextaron un deficiente estado de salud de su cliente.

Pero la fortuna le aguardaba desde otro frente.

Así, el 4 de octubre anterior, en pleno arraigo domiciliario en su
residencia de Magnolia 131, en San Jerónimo, el expresidente fue notificado
que una sola de sus empresas, Club y Residencias de Cuernavaca SA,
propietaria de las instalaciones del Hotel Camino Real Sumiya en Jiutepec,
Morelos, registró un exitoso incremento de capital de 24 millones de pesos.

Según la escritura pública 178253, expedida ese día por el notario 2 de
Cuernavaca, Hugo Salgado Castañeda, el capital social de la empresa pasó de
38 millones 170 mil 167 a 62 millones 170 mil 767 pesos --un incremento real
de 24 millones--, situación que se notificó durante la asamblea ordinaria de
accionistas encabezados por su hija, María del Carmen Echeverría Zuno.

Igual que Pinochet

Pero el éxito monetario del expresidente exacerbó los ánimos de integrantes
de la Red Nacional “Todos los Derechos para Todas y Todos”, que ahora
demandan una investigación sobre el origen de la fortuna de exmandatario
mexicano, así como la posibilidad de que su patrimonio personal sea
utilizado para indemnizar a las familias de los desaparecidos políticos
durante los setenta.

“Resulta ofensivo que Luis Echeverría tenga jugosos negocios ilícitos que
obtuvo al amparo del poder y de la impunidad de su gobierno. La Red está
exigiendo se le investigue porque existen pruebas contundentes de que se
apropió de instalaciones, propiedades y recursos del Centro de Estudios
Económicos y Sociales del Tercer Mundo (Ceestem) para edificar su fortuna”,
denunció José Martínez Cruz, integrante del organismo civil.

“Echeverría cometió delitos de lesa humanidad y, de acuerdo con los tratados
internacionales sobre defensa a los derechos humanos, es posible buscar
mecanismos legales para incautarle bienes y cuentas bancarias personales que
permitan crear un fondo nacional de indemnización para las víctimas de la
represión que ejerció desde el poder”.

Además, añadió, existen los antecedentes jurídicos del caso de la represión
en Chile y del juicio contra el dictador Augusto Pinochet, al que le fueron
incautadas cuentas bancarias en Suiza, a fin de reparar los daños que causó
a miles de chilenos durante su largo mandato.

Martínez Cruz consideró insuficiente la reciente confirmación del auto de
formal prisión en contra de Echeverría, del 29 de noviembre último, pues el
expresidente sigue gozando del sueldo vitalicio y de las prestaciones del
Estado, como si fuera un exfuncionario libre de responsabilidades.

“Esta resolución sólo genera frustración a las víctimas de la represión y a
sus familiares. Si realmente se hiciera justicia, Echeverría no sólo sería
encarcelado, también lo obligarían a pagar económicamente todos los daños
que causó en miles de familias mexicanas”, subrayó.

De acuerdo con documentos del Registro Público de la Propiedad y Comercio,
el origen de los negocios inmobiliarios de Echeverría se remonta al 9 de
junio de 1976 --cinco meses antes de abandonar Los Pinos-- en que, bajo la
escritura pública 69276 y el permiso 14081 de la Secretaría de Relaciones
Exteriores (SRE), constituyó la empresa Investigaciones Agroindustriales SA,
con instalaciones y terrenos federales concedidos en Cuernavaca al Ceestem,
ente concebido en 1974 como un proyecto para el desarrollo de los países
latinoamericanos (Proceso 948).

Entre las propiedades que utilizó ilegalmente para reconvertirlas en plazas
comerciales y zonas residenciales, figura el antiguo rancho de “La Soledad”,
que en el pasado perteneció al también expresidente Manuel Ávila Camacho,
así como amplias extensiones de zonas boscosas protegidas al norte de la
capital morelense, y sobre las que hoy se encuentran enclavados el
fraccionamiento “Bosques de la Cañada”, el centro comercial “Los Laureles” y
la tienda de autoservicio “Superama”.

Este emporio residencial y comercial está justo frente al antiguo rancho “La
Soledad”, rebautizado como “Los Laureles” y marcado con el número 15 de la
transitada avenida Manuel Ávila Camacho, que desde 1980 se convirtió en
residencia familiar de Echeverría Álvarez.

En los setenta, el rancho estaba enclavado en medio de una cañada boscosa,
rica en flora y fauna, abundante en agua cristalina que descendía del
Ajusco, a través de ríos y barrancas que el general Ávila Camacho
acostumbraba recorrer a caballo.

Bajo la cobertura de Investigaciones Agroindustriales, Echeverría adquirió
la propiedad supuestamente para establecer la Universidad del Tercer Mundo,
sin embargo, maniobró para que se otorgaran a su empresa amplias extensiones
de terrenos federales de la cañada, en que supuestamente se instalarían
laboratorios agroindustriales con tecnología de punta.

Al cabo de unos años, la empresa de Echeverría y familiares cambió
radicalmente de giro, y de investigación se pasó al ramo inmobiliario y
hotelero. Bajo este nuevo objeto social, sus empresas se expandieron y
operaron bajo diferentes nombres: Morelos Inmobiliaria SA, Inmuebles
Xochicalli SA, Inmobiliaria Mazatepec SA, Inmobiliaria Bella Ixtapa SA y
Cuernavaca Primavera SA, Club y Residencias de Cuernavaca SA y Parque
Residencial Sumiya SA.

El clímax del éxito en los negocios inmobiliarios del expresidente llegó en
junio de 1983, en que Echeverría conquistó lo que en su tiempo se consideró
como la “joya de la corona”, al comprar acciones de las empresas Parque
Residencial Sumiya SA y del Club y Residencias de Cuernavaca, propietario
del Hotel Camino Real Sumiya y parte de la cadena Real Turismo, que agrupaba
la cadena de hoteles Camino Real y Calinda.

Su ingreso al consejo de administració n se formalizó hasta junio de 1993, al
comprar un millón de nuevas acciones por un monto de un millón de pesos
(Proceso 1014).

Para alcanzar sus ambiciones, el expresidente obtuvo de Banca Cremi un
crédito por 11.5 millones de pesos orientados a la "construcción parcial"
del hotel, aunque en menos de 60 días lo concluyó y abrió al público, con
163 habitaciones y siete suites.

El hotel está ubicado sobre terrenos de la antigua Hacienda de Cortés, en
que años atrás la actriz estadunidense Bárbara Hutton construyó una mansión
que pretendió ser copia fiel del palacio imperial japonés de la familia real
Sumiya.

Esa residencia alberga ahora las instalaciones del restaurante del hotel. La
propiedad fue adquirida por Echeverría y sus socios mediante el pago de un
"saldo fiscal" que la señora Hutton tenía con el gobierno.

En el proyecto Condominio Residencial Kloster Sumiya --con espacio para 274
lotes de 722 metros cuadrados-- se invirtieron 31 millones 660 mil 225
dólares. Hay tres diseños de casas: residencial plus, residencial de lujo y
residencial, cuyos precios oscilan entre medio millón y un millón de
dólares.

Cuenta con todos los servicios urbanos, un parque central de aproximadamente
11 mil metros cuadrados, lago artificial con cascadas que reciclan y
oxigenan el agua, área deportiva que consta de tres canchas de tenis y dos
de paddle tenis, un andador para practicar jogging y área común para eventos
sociales.

Ricardo Salinas, también

Entre los socios del hotel figuran María del Carmen Echeverría Zuno de
Porras; Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca; David Ibarra
Muñoz, exsecretario de Hacienda; José Luis Pontones Llarena; José de los
Ríos Hernández, y los hermanos Francisco y Juan Kladt Sobrino, los mismos
que en 1995 pretendieron --sin éxito-- construir un club de golf en el
municipio de Tepoztlán.

Con la muerte de su esposa María Esther Zuno Arce de Echeverría –en
diciembre de 1999--, el exmandatario mexicano concentró en su poder el
patrimonio familiar. Entre 2000 y 2002 obtuvo por esta vía tres de los diez
lotes en que se subdividió y se repartió entre la familia el rancho “La
Soledad”, por un monto global de 14 millones 215 mil 250 pesos.

La transacción se realizó a través de sendas adjudicaciones testamentarias a
partir de la disolución conyugal por fallecimiento, en las que participó
como representante personal su hija María del Carmen.

Según la escritura 135,154, del 4 de julio de 2002, “con la comparecencia
del señor licenciado Luis Echeverría Álvarez, se procede a formalizar la
disolución de la sociedad conyugal como consecuencia del fallecimiento de la
señora doña María Esther Zuno Arce de Echeverría, con quien contrajo
matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal, aplicándose el 50% que le
corresponde derivado de sus ganancias matrimoniales, sobre el inmueble antes
mencionado. Comprendiéndose en esta adjudicación todo cuanto de hecho y por
derecho comprenda a dicho inmueble, con todas sus entradas, salidas, usos y
costumbres activas y pasivas”.

En la segunda cláusula, el documento detalla: “De la adjudicación
hereditaria. - La sucesión testamentaria a bienes de la señora doña María
Esther Zuno Arce de Echeverría, representada en este acto por su albacea y
único y universal heredero, el señor licenciado don Luis Echeverría Álvarez,
adjudica a favor de sí mismo los derechos correspondientes al 50% del bien
inmueble ya deslindado”.

Más aún, la operación formalizó el derecho del expresidente sobre la
propiedad en el último punto: “Consolidación de derechos de propiedad.- Como
consecuencia de la ampliación de los derechos de propiedad referidos en la
cláusula primera, derivada de la disolución de la sociedad conyugal por
fallecimiento, y de la adjudicación hereditaria referida en la cláusula
anterior, el señor licenciado don Luis Echeverría Álvarez se constituye como
absoluto propietario del inmueble materia de la presente operación”.

Y en torno a los pagos por impuesto predial que debería hacer el emporio
inmobiliario de Echeverría --en que se detecta una posible “tarifa especial”
aplicada en Cuernavaca-- , el ayuntamiento que encabeza Jesús Giles Sánchez
guarda un significativo silencio.

Sin embargo, también hubo tragos amargos: el 2 de abril anterior autoridades
municipales de Cozumel le embargaron 14 terrenos al expresidente, por
adeudar 1.8 millones de pesos en impuesto predial.

La familia, declarada en rebeldía por la autoridad, fue advertida del adeudo
desde 2005. Los terrenos, con vista al mar, se ubican en la zona hotelera
norte de la isla, muy cerca del campo de golf.

http://www.chile-mir.org/

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